La historia de la caca
La historia de la caca
Oh, Hi Mark. Ya es día 26. El aniversario de la noche en la que me hice leyenda en el Lateral de Fuencarral. Y como cuquialcaldesa vuestra que soy, una historia os debo, y una historia os voy a pagar. pic.twitter.com/ADFEpZe5XD
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Lo primero que tenéis que saber es que esta es una historia real.
Por petición de las supervivientes, algunos nombres han sido cambiados.
Por respeto a las víctimas, el resto se cuenta tal y como pasó.— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Nuestra historia transcurre un caluroso domingo de Junio hace justo dos años. Vuestra sufrida heroína (moi) acaba de volver a la capital después de una temporada de reclusión en Asturias.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Acabo de volver a Madrid, comparto piso en Chueca con 4 chicas con las que apenas hablo (mejor convivencia ever) aunque algunas son muy raritas (meh convivencia ever), y hace mucho que no VIVO Madrid así que no piso casi mi casa porque LAS CALLES ME LLAMAN.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Ese fin de semana, me habían invitado a un festival de música cuyo nombre no recuerdo con la falsa promesa de que habría hamburguesas ricas. Por música electrónica al IFEMA no voy pero por una hamburguesa rica ya te digo yo a ti que voy. Y fui.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
El resumen de la noche es básicamente 1 momento tensísimo romántico afectivo entre mis acompañantes, vómitos, música de escena de Sidney Bristow en misión especial en Berlín y cero hamburguesas. Total, una puto desastre.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Así que dije: me voy. Y plot twist: me fui. Pero de camino a mi casa paré en el burger king porque si por algo vale un duro mi nombre es por MIS PRINCIPIOS. Y si yo me he prometido hamburguesa, DEBE haber hamburguesa. Corte a: la mañana siguiente.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Domingo por la mañana: He dormido fatal y poco porque CALOR y ALCOHOL pero antes de las ocho estoy despierta porque soy una puta señora mayor. Salgo sobre las 11am a dar una vuelta. Vale, a lo mejor no es a dar una vuelta, a lo mejor es a cazar Pokémon. El caso es que salgo.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
De la que vuelvo a casa quiero aprovechar para sacar cash del cajero como una peasant más. Pero hay un problema. Cuando llego al cajero descubro con horror que ¡NO TENGO LA TARJETA! pic.twitter.com/taqUHWRCFo
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Me chino.
Me chino mucho.
Pero como el sábado fui un poco fina filipina... pues no sé. NO SÉ. La habré perdido. Es raro. Muy ruaro. Pero en fin. No pienso más allá.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Llamo a mi banco para bloquear la tarjeta. Mi banco me dice vía skynet que el número de operaciones que le estoy dando no es correcto. Y que me lo bloquea. Y no puedo hablar con ningún humanoide porque es domingo y porque fuck you thats why.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Yo entiendo que me bloquea el número y la tarjeta. Pero por si acaso, paso todo mi dinero a la otra cuenta (tengo dos, la normal y la de aHorror) y pienso, ingenua de mí: a las malas no me podrán robar el dinero que no está. pic.twitter.com/GjUBWWhPV5
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Llega la noche. Me pongo a mirar la cuenta por la aplicación del banco. Y veo que hay un montón de pequeños cargos en mi cuenta. A números rojos. YO A NÚMEROS ROJOS. Roja in the heart sí, pero roja in the numbers NO. Casi nunca. Lo juro. No.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Son cargos muy pequeños: Un euro y algo en el corte inglés, 10 euros otra vez en el corte inglés, 6 en el carrefour express... todo así. Más de 60 euros así.
Y me doy cuenta de que está sacando dinero pagando por contacto.
LOS MUY KAVRONES pic.twitter.com/Ef0FeQvyyq
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Porque si el importe es pequeño puedes pagar así en muchos sitios y no hace falta ni firmar ni meter el PIN ni presentar DNI
Narradora: sí hace falta mostrar DNI, pero los comercios se lo pasan por EL FORRO DE LOS COJO*se la llevan*— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Total, que mientras estoy mirando eso, entra otro cargo. Es el tercero de 7 euros en Lateral de Fuencarral. Y me digo: WWVMD? O sea, ¿qué coño haría Veronica Mars en esta situación? Que es básicamente lo que me pregunto siempre en la vida.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Son casi las 12 de la noche de un domingo, estoy en bragas en mi habitación de un piso compartido en Chueca sin la confianza suficiente con ninguna compañera para pedirle que me acompañe, ¿qué hago? ¿llamo a la policía? pic.twitter.com/54rfDZNhe4
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Lo que hago es vestirme corriendo y bajar a Lateral de Fuencarral. Porque está al lado de mi casa y porque vivo en una peli de superheroínas y voy a pillar al caco con las manos en la masa y si no que me hagan un retrato robot del ladrón y se movilice todo el puto scotland yard.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Así que voy para allá porque, caco: you came to the wrong neighbourhood maderfaker. pic.twitter.com/IZu4ZV6cGX
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Total, que me planto allí. Echo un vistazo rápido pero no veo a nadie restregándose mi tarjeta contra la mejilla. Fuck. Así que pregunto por el encargado y le explico la situación. pic.twitter.com/rzwAqR2CVk
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Y ahí estoy, con el encargado, buscando entre los recibos de la noche a ver si encontramos los de mi tarjeta y les suena quién puede ser, cuando el camarero, que ha estado poniendo la oreja todo este tiempo, se acerca.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Y cuando digo se acerca es: se acerca despacio, evitando levantar sospechas, en modo absolutamente peliculero, es decir, MI CURRENT MOOD, lo cual siempre le agradeceré, y dice bajito: "es la chica del fondo de la barra".
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Problema: yo desde mi posición no puedo ver a esa chica porque COLUMNA.
El corazón me late a mil por hora. El camarero y el encargado están ya en modo FULL ON PELICULEROS conmigo.
Encargado: Pidele la tarjeta a ver si es.
Camarero: No, que a lo mejor sospecha y se va corriendo.— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Así que yo, que estoy dispuesta a llevar esta VENDETTA hasta el final, empiezo a asomarme para ver quién se esconde detrás de la columna. A lo que el camarero me dice: "No, no mires directo a ver si sospecha".
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Pero yo estoy on fire. Yo voy a ir hasta el final. Soy la maldita madre de dragones de Chueca y suelto rayos laser con la mirada y see you in hell motherfucker.
Así que me asomo y; ¡¿a quién veo allí?!— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
A UNA DE MIS COMPAÑERAS DE PISO pic.twitter.com/75V3ElWAqM
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Vanesa que había entrado 10 días antes y pretendía que socializáramos en el piso (¿perdona?), la misma que robaba comida y cosas del baño de las otras. El caco era ella.
¡LA VANE ERA LA CACA!
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Así que superado el shock, me acerco toda digna y calmada y la miro sonriendo como la perra inside que puedo ser cuando me dejo a mí misma ser una perra, y le digo dulcemente: ¿qué, te lo estás pasando bien con mi dinero?
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
La cara de la caca. LA CARA QUE PUSO LA CACA. Qué pena no tener foto de eso.
Pero tengo un gif que resume muy bien la reacción del encargado y el camarero: pic.twitter.com/OA3OKKgbtP— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
La caca intenta un semi amago de decir: "no sé a qué te refieres", pero es que, a ver, te he pillao IN FRAGANTI. Siempre que llegas a casa me pillas en la cocina CON LAS MANOS EN LA MASA.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Y me empieza a decir que fue un error. Que se la encontró. Que me devuelve el dinero. pic.twitter.com/9zKges1FPW
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Y yo, again, dulcemente, tranquilamente: No te molestes que es que me lo vas a explicar ahora a mí y luego vas a tener que volver a explicárselo a la policía y no quiero que te canses 🙂
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Y me empieza a poner morritos y a hacer así mucho pic.twitter.com/hggkL3unEi
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Y entonces pasa algo mágico. Se me ablanda el corazón. Quién soy yo para juzgar un momento de debilidad de una pobre criatuJAJAJAJAJAJA NO.
LLAMO A LA POLICÍA
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Ella hace un amago de levantarse mientras mira la salida, pero le pregunto; ¿no te irás a intentar escapar y hacerme correr detrás de ti, no? QUE SÉ DÓNDE VIVES, CACA.
Y por la razón que sea, se vuelve a sentar ? y juntas esperamos a la policía ?— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Y viene la policía.
Y les explico. Y le piden el DNI a la caca. Y dice que no lo tiene pero de la que la poli lo busca en su bolso, encuentran UN VASO DE CRISTAL LLENO DE CROQUETAS.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Al lado de donde estaba sentada había una mesa con comida de picoteo y lo había robado allí. YOU CANT MAKE THIS SHIT UP.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Total que ahí estamos los de Lateral, fanes míos, la poli, fanes míos y la Caca, no tan fan mía. Y pa la comisaría que vamos todos menos los trabajadores de Lateral. Cada una en nuestro propio coche de policía. COMO LA JET SET, MAMÁ.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Y vamos a comisaría. Y estoy esperando tres horas allí. Y me duermo mucho y estoy cansada... pero aprovecho que son casi las dos de la mañana porque me parece buena hora para llamar a mi casera y decirle OYE ME HAS METIDO UNA CACA EN CASA.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Total, que aviso a la casera y le digo: si la caca no se ha ido mañana por la mañana me voy yo. Y aviso al resto de mis compañeras, que, para no desentonar con los compis de Lateral y conmigo se ponen también FULL ON PELICULERAS.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Como había venido por la tarde la caca con una persona extraña a casa, se pensaban que esa persona estaba en la habitación de la caca Y LAS IBA A ATACAR. pic.twitter.com/sEWBP2H498
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
¿Cómo las iba a atacar? No lo sé, porque la habitación de la caca estaba cerrada con candado por fuera ¡NO FUERA A SER QUE LA ROBÁRAMOS! Hazte fan
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Aún así, mientras yo esperaba a que me tomaran declaración, mis compañeras decidieron que daba igual que la puerta estuviera candada por fuera, AHÍ DENTRO HABÍA UNA CÓMPLICE DE CACA QUE LAS IBA A ATACAR.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Así que, por supuesto, hicieron lo que cualquier persona en su sano juicio haría en esa situación: Tapiaron la puerta con todos los muebles que encontraron para que nadie pudiera salir: sofá, mueble de la tele... LO NORMAL.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Spoiler alerto: NO HABÍA NADIE DENTRO DE ESA HABITACIÓN.
El poder de la mente, amiguis. EL PODER DE LA MENTE LO HIZO TODO. pic.twitter.com/TB7MGKR0aj— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Cuando yo entro a hacer mi declaración en Leganitos ella ya se había ido. Porque claro al no ser delito violento de clavarte una katana ni nada de eso, pues te dejan libre y luego lo que sea se decidirá en el juicio... pic.twitter.com/dYwipgP6Nr
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Total, cuando yo llego a casa, la caca está llamando para entrar y mis compañeras no le abren.
Problema: hay que dejarla entrar porque también es su casa y si no la dejo entrar todavía me denuncia ella a mí.
Vamos, la definición literal del ENCIMA DE PUTA PONGO LA CAMA.— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Así que la dejo entrar. Pero antes tengo que esperar a que todas mis compañeras se encierren con candado en sus habitaciones. La Caca entra y sólo por ver su cara al llegar y ver su habitación tapiada ya merece la pena la peli que se han montado las otras. pic.twitter.com/Hcc7ommd9I
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Todo termina sobre las 5 de la mañana. Y a las 7:30 me levanto para trabajar. Salgo de la habitación. Cierro con candado. Me ducho. Y vuelvo a mi habitación abriendo el candado. LO NORMAL de gente NORMAL viviendo en su casa TRANQUILAMENTE.
— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018
Yo me paso el día en el trabajo contándole mi épica historia a todis. Y la caca se pasa el día empaquetando y sacando sus cosas de la casa.
Cuando llego a casa, todo es paz y tranquilidad.
Y todas dormimos con el candado puesto en la habitación. pic.twitter.com/zLAC7AWjjV— Rebeca Suárez (@rebecasrz) 26 de junio de 2018