Crónicas de Pleanville #3
Crónicas de Pleanville #3
Ésta era Clarita, una de las muñecas favoritas de mi hermana.
La tenía en su habitación cuando éramos pequeños.
A mí siempre me dio MUCHO mal rollo.
Hace poco me he reencontrado con esta muñeca.
Las movidas que me han pasado desde entonces se merecen un #HILO. pic.twitter.com/ivzfFH0uIZ— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
En mi última visita a Fuerteventura vi que mi hermana estaba a punto de tirar la muñeca a la basura. Le pedí permiso para rescatarla y traérmela a Madrid. pic.twitter.com/5N9K2jQTci
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Quería exorcisar mis terrores infantiles. Enfrentarme a ella cara a cara, siendo ya adulto, para despojarla de su poder sobre mí.
Porque ahora, por muy fea que sea la muñeca, me doy cuenta de que SE TRATABA DE UN TERROR IRRACIONAL. pic.twitter.com/7KVoXUhDyI
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Como acto simbólico, se me ocurrió desmembrar a Clarita.
¿Quién le tiene miedo a quién ahora? ¿Eh, cabrona? pic.twitter.com/PIy7NXs4YO
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Entonces descubrí que si Clarita me inquietaba por fuera, era aún más tétrica por dentro:
O me estaba volviendo loco, o la muñeca tenía algo escrito DENTRO DE SU CABEZA. pic.twitter.com/FHf2GQo2u7
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Miré más de cerca, como asomándome a través de una mirilla.
Definitivamente, había algo escrito ahí dentro, aunque no parecían letras normales. pic.twitter.com/XwRt3O0JlF
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
La curiosidad me pudo.
Lo siento, preciosa. Te tengo que rajar. pic.twitter.com/hX8A5Sj5Md
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
En efecto: Alguien había escrito algo (no sé cómo) dentro de la cabeza de Clarita. Más que letras parecían jeroglíficos, o algo así. pic.twitter.com/YjPGP7wR4m
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Intenté olvidar el asunto, pero os aseguro que cuando uno ha encontrado símbolos extraños dentro de la muñeca que le acojonaba cuando era niño...
... ya no puede dormir sin tener pesadillas.
Así que busqué en internet todos los tipos de escrituras conocidos, para comparar. pic.twitter.com/7i8ZFA0cAs
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Tras descartar un centenar de imágenes, hallé unas muestras de escritura neolítica que se parecían DEMASIADO al "alfabeto" de la muñeca.
Si mis ojos no me engañaban, esos garabatos estaban escritos EN LENGUA PUCUZAL. pic.twitter.com/2LWEeUPxi9
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
La cultura Pucuzal (ahora lo sé) es originaria de Bolivia.
Tan antigua que ni los pocos que sobreviven hoy día recuerdan sus orígenes, aunque afirman que heredaron su tradición y su lengua de otra civilización más antigua. pic.twitter.com/8Xdz0bHNBn
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Entonces, como un recuerdo reprimido que aflora, VINO A MI MENTE FRANCISCA.
Francisca era una niñera que tuvimos mi hermana y yo cuando éramos críos. Nos trataba bastante mal. Si la desobedecíamos nos retorcía el brazo hasta que gritábamos de dolor.
FRANCISCA ERA DE BOLIVIA. pic.twitter.com/pLPzkRlg4t
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
¿Garabateó Francisca unas líneas en pucuzal en el cráneo de plástico de Clarita?
Pregunté a mis padres por los orígenes de esta niñera. No recordaban bien de qué parte de Bolivia era, pero creían recordar que era "medio indígena", de "alguna tribu de ésas".
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
No sabía cómo seguirle el rastro a Francisca, así que empecé a investigar sobre la cultura Pucuzal, en general.
Los Pucuzal están íntimamente relacionados con una de las ciudades más antiguas del planeta:
Tiahuanaco.
Sí, las famosas ruinas que hay cerca del lago Titicaca. pic.twitter.com/bbRjnslYrh
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Una de las construcciones más conocidas y enigmáticas de Tiahuanaco es lo que se conoce como "la Puerta del Sol".
Los Pucuzal creen que dicha puerta fue construida para comunicar nuestro mundo con otro que está "más allá". pic.twitter.com/Jgif3L9EQZ
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Algún día, según ellos, los habitantes de ese mundo vendrán "desde muy lejos" y atravesarán ese umbral. pic.twitter.com/rtuK1Csq4p
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Para que "los seres del otro lado de la puerta" conozcan nuestra existencia y se familiaricen con los seres humanos, los Pucuzal construyen muñecos en cuyas entrañas inscriben conjuros.
Están convencidos de que esos seres pueden observarnos a través de los ojos de esos muñecos. pic.twitter.com/2TDTMCCS0s
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Y a esos muñecos (generalmente de madera y/o trapo) los llaman zuzulai...
... y su función me recuerda mucho a la de YOTH GURKYS, esa misteriosa serie que aún no he logrado encontrar, y de la que os hablé en este otro #HILO: https://t.co/W6ZaFKviel
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Os cuentro todo esto porque me han empezado a suceder cosas al lado de las cuáles mis temores de cuando era niño parecen casi de juguete.
Ahora, mientras comía, me he atragantado. Con la ayuda de mi novia he ido corriendo al baño y me he sacado de la garganta ESTO: pic.twitter.com/NHr847sbt3
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
No sé analizar la composición de esos pelos. No soy el puto CSI.
Pero no parecen cabellos "de verdad". Parece pelo de muñeca. Exactamente igual al de Clarita.
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018
Lo primero que he hecho ha sido buscar en la red: Qué ocurre si alguien rompe o profana un muñeco zuzulai.
Según he leído,un zuzulai dañado puede provocar algo llamado rana-runa.
Estoy investigando sobre ello.
Y aún me carraspea la garganta.
— Juanjo Ramírez Mascaró (@ramirezmascaro) 11 de julio de 2018